Normas técnicas y normas prácticas

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lunes, 25 de octubre de 2010

Normas técnicas y normas prácticas

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la norma es “una regla que se debe seguir o a la que se deben ajustar las conductas, tareas o actividades”. Es evidente que el concepto está vinculado a la idea de pauta o directriz y salta a la vista que se trata de una definición muy amplia.

Para entender el papel de las normas conviene empezar por una distinción proporcionada por la filosofía del lenguaje. Ésta intenta explicar las funciones que desempeña y ofrece una distinción básica: la que hay entre las proposiciones que pretenden describir la realidad y las que están destinadas a conformar o transformar una realidad. Las primeras exponen situaciones de hecho que van desde la comprobación más sencilla (hoy hace sol, por ejemplo) hasta las teorías astrofísicas más complejas; pretenden conocer y mostrar hechos. En cambio, las segundas se dirigen a modificar una situación y ofrecen instrucciones, pautas, requerimientos, etc. para conseguir algún resultado o llegar a una situación aún inexistente; en esta segunda categoría entran las normas. No obstante, a veces una afirmación descriptiva implica una prescripción. La frase “eres un mal estudiante”, por ejemplo, también implica que ese estudiante debe cambiar su actitud. (Por otra parte, esta diferencia no significa que estas dos maneras de emplear el lenguaje formen compartimentos estancos, porque las normas han de partir del conocimiento de la realidad para no caer en el absurdo. De todas formas, este es un asunto demasiado complejo que aquí sólo puede quedar aludido).

– Distinción entre normas técnicas y prácticas: Aristóteles

Sin embargo, estamos aún en un plano excesivamente vago. Una pista para perfilar más sus límites la encontramos al descubrir que la definición del DRAE sirve tanto para describir las reglas para fabricar objetos como las pautas de conducta humana. Aparece así una primera posibilidad de diferenciar entre normas técnicas y prácticas. Es una distinción con historia larga que se remonta hasta Aristóteles.

+ Normas técnicas

Las normas técnicas tienen por finalidad el diseño, la construcción, modificación, etc. de realidades exteriores a la persona; su variedad es inabarcable: desde las instrucciones para sintonizar un televisor hasta las especificaciones sobre los materiales necesarios para construir un petrolero. Claro está que todas estas normas están dirigidas al comportamiento humano y que los objetos elaborados siguiendo esas directrices influyen en la vida humana, pero la finalidad inmediata a partir de la cual se ha elaborado la norma está en esa cosa producida.

+ Normas prácticas

En cambio, las normas prácticas están planteadas directamente para tratar con problemas y situaciones específicamente humanas. Dicho de otra forma, estas normas pretenden configurar acciones humanas no objetos exteriores a esas acciones. Expresado de otra forma: están diseñadas para influir en la conducta humana. Y en ellas está presente un factor esencial: la libertad humana. Efectivamente, la técnica trata con realidades inanimadas que responden de manera mecánica a determinadas intervenciones; dadas ciertas circunstancias y ciertos materiales, se producirán necesariamente determinados resultados. El grado de complejidad de esas circunstancias pueden variar enormemente y esa complejidad puede modificar el grado de certidumbre en la obtención de resultados (pensemos en un acelerador de partículas); pero con un nivel de control elevado, las certezas sobre el producto final pueden ser considerablemente elevadas. En cambio, las normas prácticas están dirigidas a las acciones de sujetos humanos y por tanto libres (a pesar de todos los condicionantes que puedan existir); el grado de complejidad aquí es de un nivel diferente sobre todo por el nivel de incertidumbre en el cumplimiento y por la variedad de factores y circunstancias que influyen en él.

– Clasificación de las normas prácticas: usos sociales, moral y Derecho

Una muestra de esa especialidad es la clasificación de normas prácticas, según la manera en que afectan a la conducta humana. Lo más habitual es diferenciar entre usos sociales, moral y derecho.
Publicado porJavier García de Tiedra GonzálezEnviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en PinterestEntrada más recienteEntrada antiguaInicioLegítima defensa 2010 – 2022. Con la tecnología de Blogger.